El estrés es un gran enemigo de la piel. La falta de sueño, los nervios, las preocupaciones, los horarios ajustados son situaciones que se ven reflejadas en el rostro a través de la falta de luminosidad, acné, envejecimiento, bolsas o hinchazón.
Por ello, es necesario que sepas inculcarles a tus clientes la necesidad de crear una combinación perfecta entre los cuidados cosméticos y los hábitos saludables. ¡Toma nota!
- Mindfulness: muy importante. El estar bien con uno mismo ayuda a estar en armonía con todo lo demás. Meditar, buscar ese momento para detener la mente influye directamente en el estado de ánimo y nos hace sentir mejor tanto por dentro como por fuera, y eso se refleja en la piel. Ayuda a tus clientas a conseguir un ambiente de relajación y bienestar. ¿Sabes cómo? Prepara la cabina de tratamiento con velas aromáticas, luz cálida, un aroma relajante y música agradable para poder transportarla rápidamente al estado de evasión y bienestar deseado.
- Comer bien, comer sano: Somos lo que comemos, nunca mejor dicho. Muchos de los alimentos que conforman la dieta tienen una influencia directa en la piel. Los cítricos, los frutos secos o las verduras son ideales para cuidar la piel desde el interior. Recuerda a tus clientas la importancia de combinar tratamientos corporales como Body Sculpt con dietas equilibradas. ¡Así verán resultados rápidamente!
- Moverse: bailar, caminar, saltar… ¡lo que sea! Pero moverse es esencial. Sudando se eliminan toxinas que se acumulan durante todo el día. Con 30 minutos diarios es suficiente para disfrutar de una piel más sana.
Ahora está en tus manos que tus clientes entiendan la importancia de encontrar este equilibrio: el cuidado diario de la piel con productos adecuados junto al bienestar de cuerpo y mente. Porque si algo es cierto, es que como nos sentimos por dentro se refleja por fuera.