Más allá de contar con los tratamientos de estética más avanzados y utilizar los productos cosméticos de más eficacia y calidad, es importante que te esfuerces en ofrecer a tus clientes el mejor servicio posible.
Esto se traduce en prestar atención a todos los detalles durante su estancia en tu centro de estética para conseguir convertir cualquier cuidado de belleza en una experiencia lo más placentera y memorable posible.
Ten en cuenta que solo conseguirás seducir y fidelizar a tus clientes, si estos se sienten cuidados y notan que su bienestar es tu principal objetivo.
Además, un consumidor satisfecho no solo estará más dispuesto a volver, sino que incluso puede transformarse en el prescriptor más valioso de tu salón de belleza.
Es por ello que desde Skeyndorqueremos darte algunas claves para que empieces a mimar a tus clientes desde el momento en el que entren por la puerta. También, para que les transportes a un ambiente de relajación y confort, alejado del estrés y las preocupaciones diarias, antes de iniciar su tratamiento de estética.
Claves para un buen ritual de bienvenida
- Una recepción cálida. Procura recibir de forma cercana a todos tus clientes, dirigiéndote a ellos por su nombre, y pregúntales si les apetece tomar un poco de agua, un zumo o un té.
- Una sala de espera cuidada. Si deben esperar unos minutos antes de su tratamiento, es importante que la sala de espera sea cómoda y cuente con distracciones que hagan su estancia más agradable. Por ejemplo, conexión wi-fi, revistas de belleza o un televisor con vídeo consejos. No olvides poner, como hilo musical, una música relajante, así como una iluminación tenue. Ya en la sala de espera puedes recurrir también a la cromoterapia, con una decoración en tonos cálidos, y la aromaterapia, utilizando un difusor de aceites esenciales o velas aromáticas.
- Un vestidor con todos los detalles. Acompaña a tu cliente al vestuario e indícale que debe quitarse las joyas y ponerse un albornoz o una toalla para poder estar más cómodo. Si es preciso, aconséjale utilizar la ropa desechable y entrégale unas zapatillas. Antes de retirarte, muéstrale dónde puede guardar sus cosas y cómo tiene que colocarse en la camilla. Asegúrate de que la temperatura del vestuario sea la adecuada, así como el volumen de la música ambiental.
- Una cabina para el disfrute de los sentidos. Previamente a su llegada, prepara la cabina de tratamiento con velas aromáticas, luz cálida, un aroma relajante y música agradable. De este modo, le será más fácil desconectar del trabajo y las obligaciones diarias y transportarse a un estado de evasión y bienestar. Para facilitarte la tarea, desde Skeyndor hemos creado una lista de Spotify con música relajante.
- Cuidados previos al tratamiento. Antes de empezar con el protocolo estético que corresponda, cerciórate de que la camilla está en una posición que sea confortable para tu cliente. Si es necesario, reposiciona su cuerpo y coloca cojines y toallas para que esté más cómodo. Por ejemplo, debajo de las rodillas o la cabeza. En caso de que se trate de un tratamiento facial, aprovecha para colocarle un gorro desechable o una cinta para el pelo.
- Un estado de total relax. A la hora de realizar el tratamiento, una muy buena opción es cubrir la zona de los ojos con un cojín específico o una toalla pequeña que previamentehabrás templado y aromatizado. Este simple gesto es muy relajante y aporta mucho confort. También puedes comenzar con una limpieza de manos y pies con toallas calientes. Nuestros aceites aromáticos de la línea SPA Senses pueden resultarte de gran ayuda.
Esperamos que te animes a poner en práctica estos consejos para mejorar la experiencia de los clientes en tu centro de estética. No obstante, ten en cuenta que lo más importante es que puedas ofrecerles una atención personalizada, cercana y detallista.
Si quieres aprender más sobre cómo impulsar tu negocio, recuerda que gracias al Programa de Puntos de Skeyndor, podrás tener a tu disposición sesiones de formación y diferentes servicios enfocados a mejorar el desarrollo de tu salón de belleza, así como otras muchas ventajas.