Cuando un cliente acude a un centro de estética persigue unas necesidades concretas: terminar con la celulitis, eliminar los signos de la edad, disimular las bolsas del contorno de los ojos, etc. Como esteticista tu objetivo es dar respuesta a estas necesidades y, si es posible, aportar un valor añadido: la relajación.
Lo creas o no, cuando un cliente recibe un tratamiento en tu centro de belleza no sólo valora los beneficios del propio tratamiento sino que recuerda la experiencia en su totalidad: las emociones y sensaciones que experimenta cogen una importancia vital que pueden llevarlo a querer repetir el tratamiento o a cambiar de centro. Para conseguir generar sensaciones positivas, te recomendamos apostar por el poder de la música.
Relajación y música van de la mano. Una melodía tranquila y agradable es capaz de reducir los niveles de estrés y ansiedad, normalizar la respiración y dejar de lado (aunque sea por unos minutos) el elevado ritmo del día a día. En este estado de relajación, tus clientes apreciarán todavía más los tratamientos que les ofreces así que ¡ayuda a tus clientes a relajarse!
Te resumimos en tres tipos de música las sensaciones que puedes generar en una persona:
Música clásica: El ritmo suave de la música clásica es muy útil para relajar cuerpo y mente. Te recomendamos ambientar una sala de tu centro de belleza con luces bajas, temperatura agradable y música clásica para ayudar a tus clientes a desconectar y así disfrutar única y exclusivamente de los beneficios de tus tratamientos.
Jazz: Este tipo de música aporta paz y serenidad a cualquier persona que la escucha. La libertad de la gran mayoría de artistas de jazz a la hora de componer crea un ambiente de improvisación que permite dejar volar la imaginación.
Sonidos de la naturaleza: El sonido de una cascada, el olaje del mar o cualquier sonido de la naturaleza de fondo puede ayudarte a relajar a tus clientes evocándolos en un ambiente de tranquilidad y disfrute.
Cualquiera de estas tipologías de música puede ayudarte a relajar a tus clientes y conseguir que disfruten y valoren todavía más tus tratamientos. Así que ya sabes, ¡dale al play!