Seguro que vuestras clientas llevan lo esencial en el bolso: teléfono, monedero, cargador, maquillaje para retocarse, etc. Pero algo que no pueden dejarse nunca es su crema de protección solar (súper necesaria). Y esto es una oportunidad única para poder animarlas a que dentro de sus básicos haya siempre una crema solar. ¿Quieres saber cómo recomendarlo para que sea natural y que lo puedan incluir en su rutina? ¡Te ayudamos a conseguirlo!
La crema solar debe de ser un básico que no les puede faltar al salir a la calle. Debemos inculcar mucho a nuestras clientas la idea de que por mucho que utilicen productos antiarrugas de día y noche, de nada sirve si después la exposición al sol es prolongada y sin la protección adecuada. Una correcta aplicación de la protección solar facial sería reaplicarla cada 2 horas.
El sol es el mayor agente acelerador del envejecimiento cutáneo que nos encontraremos y nos afecta a todas las edades. ¿De qué sirve que tus clientas se realicen tratamientos en los centros de belleza, si luego no utilizan protección solar de forma diaria?
Incluir el protector solar en su rutina de belleza
Una buena manera de poder recomendar a tus clientas productos solares en verano y que los pueda comprar en tu centro de estética es incluirlos 100 % en su rutina facial diaria, sumándolo al tratamiento cosmético que les recomendemos para casa durante el verano.
Por ejemplo, algo que puedes hacer es recomendarles un sérum, según sus necesidades, y després ofrecerle la Emulsión Protectora Facial de Age Photo Defense. Con textura invisible adaptada a todo tipo de pieles, este protecto se puede aplicar después de sus cosméticos diarios.
¿Y si a tu clienta le encanta tomar el sol?
Aunque pasar el día en playa o la piscina es el mejor plan para el verano, debemos recordarles siempre que, en sí, no hay forma saludable de tomar el sol, y lo mejor es que la piel que esté expuesta a él siempre esté protegida con la máxima protección y que durante el día se renueven las aplicaciones. Abusar del sol puede traer consecuencias y más si son los primeros días que se exponen a las radiaciones solares, cuando la piel está más sensible y cuando no ha empezado a producir melanina.
Por eso es clave que, como profesional, le transmitas la importancia de proteger la piel frente al sol y la animes a incorporar el fotoprotector en su rutina diaria, igual que lo hace con su hidratante o sérum. En este sentido, Age Photo Defense es un gran aliado: sus fórmulas están diseñadas para ofrecer texturas agradables y adaptadas a diferentes tipos de piel, lo que facilita su uso diario y ayuda a superar barreras habituales como la sensación de pesadez, los brillos o la incomodidad al reaplicarlo.
Además, su fórmula de amplio espectro ofrece una defensa eficaz frente a las principales radiaciones —UVA, UVB, luz azul (HEVis) e infrarrojos—, mientras que la tecnología [D+] TECH permite que la piel siga activando sus receptores de vitamina D, incluso bajo una protección alta.
Recuerda a tu clienta que cuidar su piel frente al sol es una forma de prevenir alteraciones futuras, mantener su salud cutánea y preservar los resultados de sus tratamientos. Como profesional, tu papel también consiste en acompañarla con información clara y recomendaciones prácticas para que el fotoprotector se convierta en un hábito tan natural como el resto de su rutina de belleza.
¡No aceptes excusas, la salud de la piel es lo primero!
¿Os ha ayudado este post? ¡Os leemos!