Las redes sociales son el escaparate supremo del siglo XXI. Tu centro de estética no puede permitirse el lujo de no estar en plataformas como Instagram, donde pasan horas y horas la inmensa mayoría de tus clientas potenciales. Dicho esto, es muy importante que entiendas que estar en Instagram de cualquier manera no es lo mismo que estar en Instagram con un perfil debidamente optimizado. La diferencia es enorme. El esfuerzo por tener un perfil bonito y atractivo merece muchísimo la pena y en este artículo vamos a darte algunas recomendaciones para que ese esfuerzo esté bien dirigido y desemboque en un Instagram espectacular. Tú solo tienes que poner el entusiasmo.
En marketing hay una regla: la búsqueda de lo hermoso no es suficiente. A fin de cuentas, la belleza tiene un carácter claramente subjetivo y lo que resulta atractivo para un perfil de persona puede no resultarlo para otro. En este sentido, nuestro consejo es que comprendas bien qué seduce a tu audiencia objetivo y, a partir de ahí, crees una biografía breve, informativa y cercana. Esto último es fundamental. Las clientas de los tratamientos de belleza agradecen profundamente sentir confianza con las personas que se los proporcionan y eso puedes fomentarlo en Instagram con el uso de la segunda persona. Algún emoji discreto, algún hashtag y los datos de contacto clave como la ubicación de tu centro, su número de teléfono o su email, deberían completar la fórmula.
Conocidas en el marketing anglosajón como call to action, las llamadas a la acción son esas frases tipo reserva ya tu tratamiento y disfruta de un 10% de descuento o clica aquí y prueba nuestra nueva crema hidratante. Mensajes que invitan a las usuarios del perfil de tu centro a hacer algo importante para ellas y para ti. Pero cuidado: no atiborres tu Instagram de frases de estas por todos lados. En pequeñas dosis son cruciales. En grandes dosis proyectan una imagen negativa porque tus usuarios sienten que simplemente quieres venderles cosas y no darles contenido de calidad que enriquezca su conocimiento del autocuidado. En el equilibrio se encuentra la magia.
Internet nos ha enseñado muchas cosas y una de ellas es que nos encanta leer las opiniones del resto antes de adquirir un producto o servicio nuevo. Y es normal: la legitimidad se construye colectivamente. ¿La buena noticia? Puedes usarlo a tu favor. Al fin y al cabo, por tu centro han pasado cientos de clientas a lo largo de los años y todas ellas se han marchado contentísimas de allí. Seguro que tienen buenas palabras para el trabajo que hacéis y lo que deberías hacer es recabarlas para incluir algunas en posts de tu Instagram. Si puede ser en vídeo mucho mejor. El impacto que tienen estos testimonios es tremendo. Influyen muchísimo en la intención de compra.
Además, asegúrate de pedir permiso para publicar cualquier testimonio o comentario positivo con la persona que aparece en él. Es importante obtener su consentimiento explícito antes de compartirlo públicamente. Puedes solicitar que la persona firme un documento que confirme su consentimiento para utilizar su testimonio. Respetar la privacidad y los derechos de las personas es fundamental en el uso de testimonios en redes sociales.
¿Tienes contenido trabajadísimo como vídeos de testimonios o de intervenciones de cabina? Publícalos en tu perfil para que permanezcan ahí indefinidamente. Dale la oportunidad de verlo a todo visitante presente y futuro. ¿Tienes contenido preparado sobre una oferta relámpago, un descuento inesperado o un nuevo producto? Sácalo en una storie con buenos hashtags y calls to action. Piensa que la mayoría de usuarias priorizan el consumo de stories. Especialmente las más jóvenes. Ah, y en las stories puedes sacar un lado un poco más juguetón e informal que en las publicaciones de tu tablón. Es una comunicación más inmediata y próxima.
Desde Skeyndor, nos encanta ver cómo muestras nuestros productos y tratamientos. ¿Sabías que etiquetarnos en tus publicaciones nos permite compartir tu contenido? Es fácil: simplemente escribe @skeyndorpro y selecciona nuestro perfil cuando aparezca. Recuerda que compartiremos contenido que refleje nuestra calidad y estándares. Por eso, asegúrate de que tus publicaciones muestren nuestros productos de manera impecable, evitando compartir productos dañados o sucios.
Los enlaces son claves para dirigir la atención de tus clientas hacia donde tú deseas. Y en Instagram puedes hacerlo. Tienes dos alternativas. Por un lado, puedes incluir en tu perfil un link a tu página web, desde la que puedes conducirles a muchísimos espacios que te interesen como tus otras redes sociales o tu Whatsapp Business. Otra opción, si quieres incluir directamente todos estos enlaces en el perfil de Instagram, es emplear un agregador de enlaces como Linktree, Link.bio, Campsite, ContactInBio o Shorby, entre muchas otras apps más que pueden serte de utilidad. Pónselo fácil a tus clientas. Ellas y tu negocio lo agradecerán.
Con todo lo anterior ya tienes mucho ganado pero, además, deberías también mantener una actitud participativa e interactiva mediante las encuestas y las respuestas a las consultas de tus usuarios, colaborar en la medida de lo posible con microinfluencers locales que generen más confianza en tus potenciales clientas y, si puedes, realizar un poco de publicidad segmentada para ampliar tu cobertura. Por último, y es un consejo obvio pero tenemos que hacerlo, dale caña al perfil. En redes sociales todo avanza muy rápido y no puedes permitirte una actitud perezosa e intermitente. Actualiza los contenidos tanto como puedas. Verás los resultados.