La innovación científica nos aporta cada vez más herramientas para combatir el paso de los años y crear potentes tratamientos antiedad. Dos de los principios activos más populares hoy en día son la Vitamina C y el Retinol. ¿Sabes bien cómo actúan?
La vitamina C es un potente antioxidante que interviene en la formación de los activadores de los fibroblastos, las células que se encargan de producir colágeno, elastina y ácido hialurónico en nuestra epidermis. Así, es indispensable para mantener la piel sana y activa, además de protegerla de los radicales libres producidos por factores externos como la exposición solar, responsable del envejecimiento de la piel y de la aparición de manchas.
La vitamina C es un ingrediente clave en los cosméticos antimanchas ya que tiene un potente efecto despigmentante. Así, reduce las manchas, unifica el tono y aporta luminosidad al mismo tiempo que reafirma el rostro gracias a la capacidad de estimular la síntesis de colágeno que comentábamos al principio. Con todo, la vitamina C consigue que nuestro rostro se mantenga más elástico, protegido y joven por más tiempo.
El retinol o vitamina A ayuda a la regeneración y activación celular formando fibroblastos. Al haber más células jóvenes, las viejas se van “empujando” hasta desaparecer, llevándose consigo las células muertas, dañadas o pigmentadas. Esto también mejora hidratación y el engrosamiento de la epidermis con lo que la piel se ve más firme y repulpada, lisa y sin arrugas.
Además, el retinol o vitamina A inhibe la formación de melanina, con lo que previene la aparición de manchas, es también un potente antioxidante con poder antiinflamatorio y seborregulador. De hecho, se usa en tratamientos antiacné por su capacidad de reducir el tamaño de los poros, dando a la piel un aspecto liso y una textura suave y fina.
La vitamina C y el retinol tienen, pues, efectos muy parecidos y complementarios con lo que un tratamiento en tándem produce unos resultados espectaculares. Sin embargo ambos ingredientes son tan potentes que se recomienda usarlos por separado: la vitamina C por el día (y mejor con un factor de protección solar) y el retinol por la noche.
Por ejemplo, puedes recomendar a tus clientas usar alguna base de maquillaje de Skincare Make Up con vitamina C y SPF durante el día y, por la noche, algún tratamiento regenerador de Power Retinol para una máxima eficacia rejuvenecedora y segura.
En cabina, puedes aprovechar el gran poder regenerador del retinol para un tratamiento de choque ahora en otoño y reservar la fuerza antioxidante de la vitamina C para proteger el rostro de tus clientas durante los meses más fríos de invierno. Y lo mismo en primavera y verano. ¿Cómo combinas tú la fuerza de nuestras dos líneas Power Retinol y Power C+ en tu centro? ¡Cuéntanoslo!