Ya tenemos el verano encima, suben las temperaturas y la piel empieza a sufrir sus consecuencias. El exceso de sol, las prendas más ligeras que dejan la piel al descubierto, los aires acondicionados que secan y deshidratan y la falta de constancia para aplicar con regularidad los tratamientos, hacen que la piel sufra y se deteriore.
- Aunque parezca una contradicción, exfoliar la piel, retirar las capas más superficiales y deterioradas hace que la piel coja fuerzas para auto protegerse. Al renovarla activamos de forma automática la regeneración de las capas más profundas, así nuevas células emergen hacia la superficie córnea para volver a protegerla. Además, cuando eliminamos las capas más superficiales de la piel, ésta se oxigena y aprovechamos mucho más la hidratación que le ofrezcamos a continuación, y los bronceados son más duraderos. Así, recomienda a tus clientas una exfoliación regular, en la ducha, nunca antes ni inmediatamente después de la exposición solar y una vez a la semana o cada 15 días; es un aliento fresco para la piel de auto reparación y prevención contra en envejecimiento.
- Hidratar, hidratar e hidratar. Si en invierno la piel se seca a causa del frío, en verano se seca a causa del sol. Rostro, cuerpo, manos y pies deben estas suficientemente hidratados para que la piel no se seque y cuartee. Existen diferentes grados de hidratación así como formas de hidratar y reparar la piel.
- No te olvides de los pies. Con el uso de sandalias, estos se secan y agrieta. Si les recomiendas pones en remojo cada semana, una exfoliación con el peeling termal con sales e hidratación diaria, tus clientas los conservarán perfectos todo el verano.
- Proteger. Recomienda usar un Factor de Protección Solar adecuado para evitar el envejecimiento. El bronceado es perfecto, pero sus consecuencias pueden ser nefastas. Durante el día existen cosméticos, BB cream y CC cream que con una protección más que interesante cuidan y protegen la piel durante el día. En la playa, tus clientas pueden contar con una amplia gama de productos que garantizarán la correcta protección solar de la piel.
Y no olvides aconsejar la introducción en la dieta de más frutas y verduras, de colores variados, ya que son un potencial antioxidante para cuidarnos desde dentro.
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