El ácido hialurónico es, sin duda, uno de los ingredientes más reconocidos en hidratación profesional. Su capacidad para captar y retener agua lo convierte en un activo imprescindible. Sin embargo, cuando hablamos de pieles alteradas, sensibles o expuestas a condiciones cambiantes —como el incremento de radiación solar, los contrastes térmicos o los tratamientos estéticos intensivos—, la hidratación superficial no es suficiente.
Durante los meses de mayor exposición solar, la barrera cutánea puede debilitarse. La combinación de sol, viento, polución y cambios térmicos (entre interiores y exteriores) afecta su capacidad de retener agua y proteger frente a agentes irritantes. Como resultado, muchas pieles presentan tirantez, sensibilidad, deshidratación o falta de confort.
En estos casos, reponer lípidos estructurales permite reforzar la función barrera, mejorar la tolerancia cutánea y conservar la hidratación a largo plazo.
Lípidos esenciales: hidratación que fortalece la barrera cutánea
Cuando hablamos de hidratación eficaz en épocas de mayor exposición solar o después de tratamientos intensivos, no basta con aportar agua a la piel. Es clave reforzar la función barrera, que actúa como un escudo natural frente a la pérdida de hidratación y las agresiones externas.
Esta barrera está formada por una estructura conocida como “modelo del ladrillo y el cemento”: los corneocitos (células muertas) serían los ladrillos, y los lípidos intercelulares el cemento que los mantiene unidos. Si ese cemento se debilita, la piel pierde agua con facilidad, se vuelve más reactiva y aparece la sensación de tirantez, deshidratación o sensibilidad.
Los principales lípidos estructurales de esta barrera son:
Cuando esta proporción se altera, la piel no solo pierde hidratación, sino que también se debilita frente al entorno. Por eso, la presencia de activos que ayuden a restaurar estos componentes resulta fundamental para recuperar su equilibrio.
En la línea Aquatherm, productos como Aquatherm Contorno de ojos gel en crema o Aquatherm SOS Crema Calmante están específicamente formulados para apoyar la reparación de la función barrera y calmar las pieles sensibles, reactivas o deshidratadas. También ayudan a mejorar la tolerancia cutánea, devolviendo confort y resistencia.
Una hidratación eficaz no depende únicamente del producto utilizado, sino de cómo se integra dentro de una estrategia global de cuidado. En cabina, el protocolo debe responder a la necesidad principal de la piel en ese momento —como revitalizar, reafirmar o iluminar—, mientras que en casa es fundamental aplicar fórmulas que acompañen este proceso sin generar desequilibrios ni sobreestimular la piel.
Por ejemplo, tras una sesión intensiva con vitamina C, retinol u otros activos transformadores, es recomendable indicar el uso en casa de productos que ayuden a mantener la hidratación y reforzar la función barrera. Fórmulas como las de Aquatherm aportan confort, calma y protección en el día a día, especialmente en pieles sensibles o reactivas.
Además, se puede reforzar la hidratación con ciclos puntuales de Uniqcure Hydrating Booster o con mascarillas como Power Hyaluronic Mascarilla hidratante intensiva, que aportan un extra de agua y elasticidad cuando la piel lo necesita. Esta combinación entre tratamiento en cabina y cuidado domiciliario garantiza una piel más equilibrada, resiliente y confortable durante todo el año.
Hidratar no es solo aplicar un producto: es construir una piel más fuerte y preparada. Incorporar activos que restauren la función barrera es clave para ofrecer resultados visibles, duraderos y respetuosos con cada tipo de piel.
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