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Las pieles maduras y el envejecimiento

Las pieles maduras y el envejecimiento

El envejecimiento o senescencia se produce a causa de modificaciones morfológicas y fisiológicas como consecuencia del paso del tiempo. Podemos decir que la piel es el órgano más grande del ser humano, ocupa unos dos metros cuadrados y su peso aproximado es de 5 kg. Cuando la piel envejece, la epidermis se adelgaza, la cantidad de melanocitos disminuye, el sistema vascular se vuelve frágil y se producen cambios en el tejido conectivo que hacen que la piel pierda resistencia y elasticidad.

En el envejecimiento de la piel, los factores intrínsecos (edad, genética, etc.) se llevan el 30% del peso en el envejecimiento, por otro lado los factores extrínsicos (como el sol, el estrés, la falta de sueño, factores climáticos, etc.) pueden alcanzar hasta el 70%.

Las primeras alteraciones estéticas empiezan a ser evidentes a partir de los 30 años: disminuye la proliferación celular, aumenta el espesor de la epidermis, la membrana basal pierde su curvatura. A partir de los 40, hay una reducción significativa en el nivel y calidad de las fibras colágenas y elásticas, la mitosis de los fibroblastos se reduce y progresivamente va apareciendo la flacidez cutánea. A partir de los 50, cuando la mujer entre en menopausia, el envejecimiento exógeno se junta con el endógeno pronunciando todas estas alteraciones. Sin duda, el signo más importante que constituye el envejecimiento y que despierta mayor preocupación, son las arrugas y la flacidez.

Los cosméticos destinados a cuidar este tipo de pieles debe cubrir las necesidades de las tres capas cutáneas: epidermis, dermis, hipodermis.

- Evitar la sequedad de la piel, tanto a nivel epidérmico como dérmico.

- Estimular el proceso de renovación celular, activando la proliferación de nuevas células germinativas.

- Consolidar las funciones estructurales y nutritivas de la dermis.

- Activar la formación de colágeno y elastina.

- Fomentar la regeneración de nuevo tejido graso para recuperar la volumetría del rostro.

 

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