Gracias al diagnóstico facial personalizado, el especialista puede disponer de un informe detallado de la piel del paciente. Este informe le permite identificar cada una de las áreas del rostro en las cuales debemos trabajar y, de qué forma. Con el diagnóstico evaluamos cualitativamente la piel y analizamos el nivel de hidratación, pigmentación, grasa y profundidad de las arrugas, permitiendo crear un tratamiento completo a medida y personalizado.
Curso teórico práctico
Raquel González
SKEYNDOR ACADEMY Madrid